Cambiar o CREAR una nueva humanidad

Nuestra sociedad es un conjunto de estructuras, unidas por una interrelación de hechos, llamados hechos sociales. Los individuos creamos roles y jerarquías dentro de esa sociedad, generando diferencias de “clases”, medidas por calidad y cantidad de bienes económicos y materiales que se poseen. Este sistema de relaciones responde a la naturaleza del ser humano de poseer más cada día, generando “fortuna” para asegurar su bienestar. Este bienestar está, también creado por nosotros mismos, porque va más allá de nuestras necesidades básicas. Es una “sensación de bienestar”, producto de la “ilusión de poseer”. Esta “ilusión es la que nos provoca necesidad y sufrimiento, consecuencia del conflicto entres las “clases”, que componen esta sociedad, que también se crea “ilusión de armonía” e “ilusión de equilibrio. La verdad, contraria a esa ilusión que mueve los pasos cotidianos, de algunos pocos, creando y manteniendo la estructura social, y de algunos muchos intentando ingresar o mantenerse dentro de ella para gozar de placeres materiales, es que somos nosotros los que creamos el equilibrio y la armonía que nos gusta sentir. La verdad es que esta sociedad no puede cambiarse porque la simbiosis de crecimiento y de poder la mantiene viva, poderosa e imponente devorando el Amor natural y verdadero que tenemos en nuestro interior y es el que nos construyó desde el Comienzo. La única forma de tener oportunidad de vivir en un ambiente sustentable y cooperativo donde exista el respeto mutuo, la sinceridad y compañerismo: Es crearlo, no existe un cambio social, porque el actual sistema se retroalimenta generando sus propia vida. La solución es encontrarnos como seres amorosos y partiendo de allí crear lo nuevo. El antiguo sistema social, ese que nos divide y nos discrimina como humanidad, lleno de estructuras, roles y status, sufrirá su desaparición por muerte entrópica, pues no permite que el amor del sistema de seres humanos, del cual somos protagonistas, intervenga en sus procesos internos, solo acepta lo que es igual a sus bases de fundación: la generación de recursos, es decir, el sistema capitalista. Graciela Piana Fuente wwwhaciaunhumanismoespiritual.blogspot.com